Hoy leo y escucho por doquier que el Ministerio de Sanidad y las Comunidades Autónomas (no sé si merecen tantas mayúsculas) han llegado a un acuerdo para racionalizar el gasto sanitario.
Para ello, han acordado que la Seguridad Social subvencionará, cuando haya distintas opciones para un mismo tratamiento, sólo los medicamentos genéricos, más baratos, y si éstos no existen, sólo subvencionará los medicamentos de marca más económicos.
Me parece inaceptable, inconcebible, irresponsable, impropio, inaudito, incomprensible, indignante e imperdonable... Que esto no fuera así ya antes...
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jueves, 18 de marzo de 2010
domingo, 27 de diciembre de 2009
El cordón umbilical estaba sin clampar
Hoy nos cuentan todos los informativos que esta mañana apareció un bebé recién nacido en una jardinera del barrio de Salamanca de Madrid.
Una médico del SAMUR contaba a las cámaras de Antena 3 que el cordón umbilical estaba sin clampar(link), pero que sí estaba cortado.
Agradezco la aclaración. Aunque imagino que si no hubiera estado cortado, la madre todavía se encontraría al lado del bebé...
Una médico del SAMUR contaba a las cámaras de Antena 3 que el cordón umbilical estaba sin clampar(link), pero que sí estaba cortado.
Agradezco la aclaración. Aunque imagino que si no hubiera estado cortado, la madre todavía se encontraría al lado del bebé...
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médicos
sábado, 2 de mayo de 2009
La pandemia de gripe porcina
Ya sabemos que ciertos colectivos son especialmente brutos usando el lenguaje, interesada o desinteresadamente. Mis favoritos, como he repetido varias veces, son los periodistas, comentaristas deportivos, políticos, meteorólogos, médicos, etc.
Por sí solos son una auténtica amenaza al buen uso del lenguaje, pero cuando se combinan dos o más de ellos se convierten en algo todavía más siniestro, sobretodo cuando uno de ellos ataca al diccionario de manera inocente y el otro lo hace de manera totalmente malintencionada.
Éste es el caso de la nueva pandemia(RAE) que nos amenaza. Sí, habéis leído bien, "que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región". Ahora mismo están diciendo que ha habido 615 casos en 15 países. No sé si 15 países son muchos, o si 615 casos representan a casi todos los individuos de una región.
Creo que no. Más bien pienso que un periodista ha desenterrado la palabra pandemia, que la verdad, sin molestarse en mirar el diccionario asusta un poco, y ha querido hacer un titular para ganar audiencia o lectores.
Sería más acertado hablar de que sufrimos una pandemia de gilipollez colectiva o de que estamos deseando ponernos una mascarilla para hacer el idiota, mientras seguimos viendo como millones de personas mueren en las carreteras, son víctimas de fanatismos religiosos o políticos o se van al otro barrio por culpa de una negligencia médica. Pero claro, a eso ya estamos acostumbrados y no vende tanto como una pandemia de gripe porcina.
Por sí solos son una auténtica amenaza al buen uso del lenguaje, pero cuando se combinan dos o más de ellos se convierten en algo todavía más siniestro, sobretodo cuando uno de ellos ataca al diccionario de manera inocente y el otro lo hace de manera totalmente malintencionada.
Éste es el caso de la nueva pandemia(RAE) que nos amenaza. Sí, habéis leído bien, "que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región". Ahora mismo están diciendo que ha habido 615 casos en 15 países. No sé si 15 países son muchos, o si 615 casos representan a casi todos los individuos de una región.
Creo que no. Más bien pienso que un periodista ha desenterrado la palabra pandemia, que la verdad, sin molestarse en mirar el diccionario asusta un poco, y ha querido hacer un titular para ganar audiencia o lectores.
Sería más acertado hablar de que sufrimos una pandemia de gilipollez colectiva o de que estamos deseando ponernos una mascarilla para hacer el idiota, mientras seguimos viendo como millones de personas mueren en las carreteras, son víctimas de fanatismos religiosos o políticos o se van al otro barrio por culpa de una negligencia médica. Pero claro, a eso ya estamos acostumbrados y no vende tanto como una pandemia de gripe porcina.
viernes, 13 de febrero de 2009
El borde en el hospital
The Big Borde lleva unos días de visitas frecuentes a un hospital. No, lo mío no tiene remedio, la ciencia y en especial la medicina han tirado la toalla y dan por hecho que me quedaré como estoy, borde para el resto de mis días, pero en cambio un familiar muy directo lleva unos días viviendo en un hospital y The Big Borde suele visitarlo con frecuencia mientras espera que mejore.
Estas visitas me han servido para darme cuenta de que, junto a los comentaristas deportivos, hombres del tiempo y presentadores de noticieros, los médicos, auxiliares de enfermería y otros funcionarios hospitalarios también son unos lumbreras en lo que se refiere al uso incorrecto del lenguaje.
Empecemos por su manera de darnos buenas noticias. La mejor noticia que puede darnos un médico es que alguien está fuera de peligro. Lo raro es que nos digan que el paciente está fuera de peligro si antes no ha estado dentro de peligro. ¿Por qué fuera de peligro en vez de ya no está en peligro? ¿Por qué está fuera cuando antes no ha estado dentro?
Esta desafortunada pero habitual expresión suele escucharse bastante a menudo alrededor de la unidad coronaria. En la unidad coronaria están los pacientes que han sufrido algún problema con las coronarias, o mejor dicho, las arterias coronarias(Wiki). Pero The Big Borde no lo ve claro. Coronaria(RAE) es induscutiblemente un adjetivo, igual que lo son joven o viejo.
Joven y viejo han acabado convirtiéndose en nombres, de manera que un hombre joven es un joven y una mujer vieja es una vieja. Por esa misma razón, coronaria es una arteria coronaria. Pero si usamos joven como nombre, cuando queremos referirnos a algo relativo a un joven, usamos el término juvenil. Hablamos de acné juvenil, no de acné joven.
Por lógica, si usamos coronaria como nombre, debemos referirnos a algo relativo a las coronarias, como por ejemplo la unidad en la que se las trata, con otro término distinto, como por ejemplo coronarial o coronariaria, los cuales me temo que no existen.
Por ello creo que habría sido bastante más correcto hablar de Unidad de cuidados de las coronarias o Unidad de coronarias, pero nunca de Unidad coronaria. ¿Os imagináis encontraros la Unidad cerebro o la Unidad músculo? Pues entonces, tampoco Unidad coronaria.
Mi última bordería hospitalaria irá dirigida a los enfermos, o más bien, a sus familiares. Me encanta ver cómo acuden a la puerta del ascensor, y pensando seguramente que así llegará antes, cuando quieren bajar pulsan el botón de bajar y también el de subir. La consecuencia de tal acto es obvia. Cuando llega el ascensor para bajar, ellos entran en él y bajan, pero claro, cuando el ascensor vuelve a subir, efectúa una nueva parada en esa planta, pues se había pulsado previamente el botón de subir.
The Big Borde tiene una sencilla idea para solucionar el problema. Se trata de un mecanismo que atrapa el dedo del usuario en el momento en el que pulsa el botón, y hasta que no ha llegado el ascensor en la dirección que ha solicitado el usuario, no libera el dedo de éste. Así, si un familiar histérico pulsa arriba y abajo con dos dedos distintos, cuando pare el ascensor por primera vez en esa planta uno de sus dedos será liberado, pero hasta que el ascensor no vuelva a parar en sentido contrario, no podrá liberar el otro dedo y subir al ascensor. De esta manera, si se pulsan los dos botones, se tardará más en subir al ascensor, que es exactamente lo contrario de lo que el usuario cree que pasará por pulsar ambos botones.
Estas visitas me han servido para darme cuenta de que, junto a los comentaristas deportivos, hombres del tiempo y presentadores de noticieros, los médicos, auxiliares de enfermería y otros funcionarios hospitalarios también son unos lumbreras en lo que se refiere al uso incorrecto del lenguaje.
Empecemos por su manera de darnos buenas noticias. La mejor noticia que puede darnos un médico es que alguien está fuera de peligro. Lo raro es que nos digan que el paciente está fuera de peligro si antes no ha estado dentro de peligro. ¿Por qué fuera de peligro en vez de ya no está en peligro? ¿Por qué está fuera cuando antes no ha estado dentro?
Esta desafortunada pero habitual expresión suele escucharse bastante a menudo alrededor de la unidad coronaria. En la unidad coronaria están los pacientes que han sufrido algún problema con las coronarias, o mejor dicho, las arterias coronarias(Wiki). Pero The Big Borde no lo ve claro. Coronaria(RAE) es induscutiblemente un adjetivo, igual que lo son joven o viejo.
Joven y viejo han acabado convirtiéndose en nombres, de manera que un hombre joven es un joven y una mujer vieja es una vieja. Por esa misma razón, coronaria es una arteria coronaria. Pero si usamos joven como nombre, cuando queremos referirnos a algo relativo a un joven, usamos el término juvenil. Hablamos de acné juvenil, no de acné joven.
Por lógica, si usamos coronaria como nombre, debemos referirnos a algo relativo a las coronarias, como por ejemplo la unidad en la que se las trata, con otro término distinto, como por ejemplo coronarial o coronariaria, los cuales me temo que no existen.
Por ello creo que habría sido bastante más correcto hablar de Unidad de cuidados de las coronarias o Unidad de coronarias, pero nunca de Unidad coronaria. ¿Os imagináis encontraros la Unidad cerebro o la Unidad músculo? Pues entonces, tampoco Unidad coronaria.
Mi última bordería hospitalaria irá dirigida a los enfermos, o más bien, a sus familiares. Me encanta ver cómo acuden a la puerta del ascensor, y pensando seguramente que así llegará antes, cuando quieren bajar pulsan el botón de bajar y también el de subir. La consecuencia de tal acto es obvia. Cuando llega el ascensor para bajar, ellos entran en él y bajan, pero claro, cuando el ascensor vuelve a subir, efectúa una nueva parada en esa planta, pues se había pulsado previamente el botón de subir.
The Big Borde tiene una sencilla idea para solucionar el problema. Se trata de un mecanismo que atrapa el dedo del usuario en el momento en el que pulsa el botón, y hasta que no ha llegado el ascensor en la dirección que ha solicitado el usuario, no libera el dedo de éste. Así, si un familiar histérico pulsa arriba y abajo con dos dedos distintos, cuando pare el ascensor por primera vez en esa planta uno de sus dedos será liberado, pero hasta que el ascensor no vuelva a parar en sentido contrario, no podrá liberar el otro dedo y subir al ascensor. De esta manera, si se pulsan los dos botones, se tardará más en subir al ascensor, que es exactamente lo contrario de lo que el usuario cree que pasará por pulsar ambos botones.
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