Hace pocos días tuve que hacer un viaje relámpago a Los Angeles, lo que ha provocado dos cosas.
La primera, que me pregunte por qué leches se dice viaje relámpago, y no viaje rayo o viaje trueno.
La segunda, que escriba este post con varias anécdotas relacionadas con borderías.
Pasemos a la segunda mientras sigo rumiando sobre la primera.
Lo primero que me sorprendió es que las autoridades de Estados Unidos están especialmente sensibilizadas con el repentino aumento de la audiencia de este blog, y al parecer, han tomado medidas. Sirva como ejemplo este formulario que debían rellenar todos los pasajeros extranjeros.
Sí, habéis leído bien, en la parte de arriba, fondo azul oscuro y letras blancas, al lado del escudo. ¡US Customs and Border Protection! Traducido al castellano, ¡Aduanas de EEUU y protección contra bordes! (traducción arbitraria e interesada del autor de este blog)
Todo fue bien, me preguntaron algunas cosas pero no detectaron que soy un borde, así que pude pasar el control. Afortunadamente aún mantengo mi identidad en secreto entre los lectores de este blog, excepto para mis conocidos, que creo que son todos...
Todo fue bien por EEUU, incluidas las estancias en el aeropuerto.
Fue en Alemania donde eché de menos la posibilidad de ser borde. Me hizo gracia el concepto que tienen de última llamada en el aeropuerto de Munich, aunque creo que es algo endémico a todos los aeropuertos del mundo.
Para ilustrar la situación, usaré nombres ficticios que no pongan en riesgo la identidad de nadie.
Ésta es la última llamada para el vuelo LH 555 destino Almendralejo. Por favor señores pasajeros, embarquen por la puerta número 13.
Vuelo LH 555 de Lufthansa destino Almendralejo, ésta es la última llamada, por favor embarquen urgentemente por la puerta número 13.
Señor Ausgang y Señor Einbahnstrasse, ésta es la última llamada del vuelo LH 555 destino Almendralejo. Por favor embarquen inmediatamente por la puerta número 13.
SEÑOR. AUSGANG Y SEÑOR EINBAHNSTRASSE, ésta es la ÚLTIMA LLAMADA del vuelo LH 555 destino Almendralejo, por favor procedan a embarcar inmediatamente por la puerta número 13.
No me extenderé innecesariamente, pero la última llamada fue última, penúltima, antepenúltima, anteantepenúltima y (ante)^10 penúltima.
Propongo que los encargados de estos avisos sean un poco más bordes, y digan algo como:
Vuelo LH 555 para Almendralejo, vamos a embarcar, por favor vayan levantándose que embarcaremos pronto por la puerta 13.
Vamos a ver, que no es broma. La puerta 13 está abierta y el vuelo LH 555 para Almendralejo está siendo embarcado. No quiero ponerme pesado pero en dos minutos cerraremos la puerta, con o sin ustedes.
Ya estamos como siempre, Señor Ausgang y Señor Einbahnstrasse, no es tan complicado, puerta 13, un 1 y un 3, imagino que les están esperando en Almendralejo, y me da la risa de pensar la cara de tonto que se le quedará a su familia si pierden el vuelo, y lo que me voy a reir yo si esto acaba pasando.
Ahora sí, ni una más, SEÑOR AUSGANG y SEÑOR EINBAHNSTRASSE, ÚLTIMA LLAMADA, hagan el favor de ir a la puerta 13, sí, ésa que se está cerrando, y señores pasajeros de otros vuelos, si ven a esos dos capullos denles una colleja de mi parte y díganles que va en serio, que ya he dejado hoy en tierra a otros 15 gilipollas que se creen que vamos a esperarles toda la vida.
Imagino que sería más efectivo... Ojalá podamos comprobarlo algún día. Lo que sí me fastidió es quedarme sin saber si los señores Ausgang y Einbahnstrasse perdieron el vuelo o no. Creo que después del tostón de las últimas llamadas sería un detalle recompensar a los demás pasajeros diciendo:
Señores pasajeros, el Señor Ausgang y el Señor Einbahnstrasse han perdido su vuelo. Les pedimos un sonoro aplauso para ellos y les rogamos disculpas por las viente últimas llamadas del vuelo LH 555.
Por cierto, por si alguien sospecha que los nombres utilizados tienen algún significado especial, la respuesta es sí. Son mis dos palabras favoritas en alemán. Desde el día que descubrí, después de ver varias estaciones de tren llamadas Ausgang, que Ausgang significa Salida, y no es el nombre de ninguna estación. Einbahnstrasse es más curioso, en alemán, las calles se llaman (nombredelacalle)strasse. Strasse, obviamente, significa calle. Y no es cierto que en cada pueblo haya una calle llamada Einbahnstrasse, como he llegado a pensar. Incluso en algunos pueblos, más de una. Es más sencillo, simplemente, Einbahnstrasse significa calle de un solo sentido.
Dejando Alemania y volviendo a España, hoy, viendo el telediario, recordé que el viaje lo inicié en Madrid, y curiosamente, con Spanair. Lo recordé porque una señora, en el informativo de Antena 3 de esta noche, decía indignada que es muy desagradable ver los restos del equipaje del vuelo que se estrelló el mes de agosto esparcidos por el suelo. Me entristece mucho lo que pasó en ese vuelo, pero por favor, señora, si es tan desagradable ver los restos del avión en el suelo, que siguen ahí en principio por causas de la investigación, haga el favor de abrocharse bien el cinturón durante el despegue, siéntese con la espalda recta y deje de fisgonear por la ventanilla, ¡so cotorra!
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